13.5.11

Sin ánimos de contrariar / Crítica del juicio

Me pregunto -y estoy seguro que muchos son los que se hacen esta misma pregunta- desde dónde mira un crítico para ejercer la crítica. ¿Cuál es el lugar de la mirada? ¿En qué espacio se posiciona el que ejerce la crítica? ¿Para quién escribe? ¿Por qué escribe? Varias respuestas llegan a responder esta pregunta, pero ninguna me satisface como para escribirla en este post. ¿Qué se espera ver cuando se va a ver algo? ¿El crítico tiene una idea de lo que verá y es eso lo que coteja mientras ve? ¿Coteja que aquello que tiene delante coincide con lo que él imaginó, presupuso o cree? Dice George Steiner -pregunta George Steiner- "¿Quién sería crítico si pudiese ser escritor? (...) ¿Quién querría ser crítico literario si pudiera poner los versos a cantar, o componer, a partir de su propio ser mortal, una ficción viva, un personaje perdurable? (...) El crítico vive de segunda mano. Escribe acerca de. Ha de dársele el poema, la novela o el drama; la crítica existe gracias al genio de otros hombres" (Lenguaje y silencio, pág. 19, Editorial Gedisa). Entonces: bueno sería que los críticos pudieran dar cuenta de lo que hay y no de lo que ellos hubieran querido que hubiera (valga la horrorosa cacofonía), bueno sería que abrieran el corazón y la cabeza a lo que viene y no que moldeen lo que viene a sus corazones y sus cabezas, bueno sería que dijesen no entender cuando no entienden y no intentar explicar lo inexplicable para ellos, bueno sería que la belleza o el horror no sea para ellos el espacio en donde todo lo demás desaparece, bueno sería que utilizasen el lenguaje para decir lo que el lenguaje trae consigo, bueno sería que funcionasen como puente entre el mundo y los objetos del mundo, bueno sería que entusiasmen a quienes los leemos para que podamos sumergirnos con ganas en las aguas que ellos recomiendan. Pero no: parecen salidos de un silencio sepulcral y sólo arrastran al sepulcro del desapasionamiento y la disección: no pueden "entrar" en el objeto (por abulia, por desidia, por desinterés, por ignorancia, por falta de pasión) y por eso deciden diseccionarlo para entregarlo como cuerpo muerto.

Una pena, una verdadera pena: en lugar de animar el mundo, lo desaniman; en vez de sumar entusiastas prefieren llevar a sus casas un grupo de ovejas que balan la misma nota. Y vuelvo a citar a Steiner: "Al mirar atrás, el crítico ve la sombra de un eunuco."

Bueno sería que aprendiese a ser fértil: ojalá suceda.

Alejandro Tantanian

No hay comentarios.: